La Senda del oso, opción ideal para senderistas y cicloturistas de todas las edades.
La ruta, denominada "Senda del oso", es una muy buena opción, para los amantes del senderismo y las actividades al aire libre, de cualquier edad. Es una ruta ideal, para hacer en familia.
La ruta, puedes hacerla, tanto a pie, como en bicicleta. Nosotros, elegimos esta segunda opción, que además, es la escogida por la mayoría de senderistas del oso.
Tiene una distancia total de 50 kilómetros. Pero, no os dejéis asustar por el número, son muy llevaderos, y la mayoría en bajada, o en llano. Hay solamente, una pequeña subida, que conduce al embalse de Valdemurio. Si vais en verano, no olvideis el bañador!!
La ruta, podéis hacerla en vuestra propia bicicleta, o por el contrario, alquilar una, en alguno de los muchos negocios de alquiler, que os encontrareis por los pueblos próximos.
Nos decantamos por el alquiler, por un tema, más de comodidad y practicidad, que por otra cosa. Programamos una escapada de dos días por tierras asturianas, y el primer motivo para alquilar, fue que no teníamos soporte para llevarlas, por lo que tendrían que ir, en el interior del coche, quitando el sitio para maletas, o por el contrario, comprar un soporte, lo que nos salía más caro, que el alquiler. Además, no nos apetecía dejarlas a merced de la suerte por las noches.
El alquiler de la bicicleta
Para el alquiler, después de mucho indagar por la red, nos decidimos, por la empresa "TeverAstur" en Entrago - Teverga. Deciros, que empresas hay muchas, y todas con unos precios muy similares entre ellas, así como por los servicios. Esta fue, la que a nosotros más nos llamo la atención.
Nos gustaron mucho las bicicletas. Para los que entendáis un poco sobre bicicletas, deciros que trabajan con marcas de cierto nombre, como Merida o Conor. Para mí, es un punto a su favor frente a alguien, que ofrezca bicis compradas en grandes superficies, aunque no sean las más altas de gama, da gusto ir en una bici de cierta calidad, con suspensiones en condiciones. También te ofrecen la opción de volver al punto de origen en furgo, si por el contrario, quieres hacer ida y vuelta, dando pedales, puedes.
Lo mejor del servicio de recogida, es que si no te ves con fuerzas de seguir, o vais con niños, podéis regresar, desde el kilómetro 16.
La ruta
Si eliges como nosotros, el comienzo de la ruta, te quedará, justo al lado de donde coges la bici, por un acceso directo. Nada más arrancar, nos adentramos en la montañas de Peña Sobia y Peña Gradura. Es una zona, muy codicia, por los escaladores asturianos, y verás a mucha gente, con las manos llenas de cal, pared arriba. Seguiremos camino, hacia el desfiladero de Valdecerezales, y comenzaremos a adentrarnos por diversos túneles. En principio, deberían de iluminarse a vuestro paso, pero os recomendamos, que llevéis una linterna frontal. A nosotros, no se nos ilumino ninguno, y la linterna, nos dio la vida.
El siguiente punto, será el embalse de la Horniella, al cual accederemos, cruzando un puente sobre el mismo río Teverga. Puentes en esta ruta, vais a cruzar unos cuantos, y a cada cual más espectacular. No por la grandeza del puente en si, pero si, por las impresionantes vistas que vais a disfrutar.
Una vez pasado el desfiladero de Entrepeñas, y cruzado el río, iremos paralelo a su cauce, hasta llegar a Caranga de Abajo.
Llegados a este punto, y dependiendo lo larga que hayáis elegido vuestra ruta, tomareis el desvió a Quirós , donde comienza una pequeña ascensión, que culminará en el embalse de Valdemurio, o podéis emprender bajada hacia Proaza, donde finalizará vuestra ruta.
Si decides a seguir montado en tu bicicleta, comenzará la ascensión hacia Caranga de Arriba. En la subida, se puede disfrutar, de un paisaje típico asturiano, con sus hórreos de madera.
No te asustes !! , la subida apenas alcanza los 1000 metros
Una vez arriba, llegas al embalse de Valdemurio, una buena opción, para disfrutar un merecido bocata a la sombra,o una caña bien fresquita. Además, si te ves con fuerzas, en el embalse, puedes disfrutar de actividades acuáticas.
Llegados a este punto, nosotros tomamos la opción de empezar descenso hasta Buyera, pero como se nos hizo fácil, decidimos andar unos kilómetros más, e ir a comer a Villanueva. Ahora mismo no recuerdo el nombre del local, pero si os acercáis, es fácil dar con el. Una vez en el pueblo, por detrás del restaurante principal que hace esquina, y aprovechando la sombra que ofrece un gran hórreo, veréis unas mesas corridas, y algún señor charlando con la dueña de una pequeña tienda que hay enfrente. En ese lugar, no dan comidas como tal, pero disfrutareis de unos bocatas deliciosos, o lo mejor, de unas raciones de queso y embutidos de la zona recién cortados, riquísimos. Comeréis barato, estaréis fresquitos, algo que vais agradecer en verano, y lo mejor, calidad de primera.
Con el estómago lleno, decidimos poner rumbo de regreso a Buyera. En su área recreativa, nos esperaba nuestra furgoneta, para llevarnos de regreso a la base.
Si en el embalse, estáis con fuerzas, podéis seguir dando pedal y atravesar un bosque de castaños, atravesado por un río, que según los lugareños, merece mucho la pena.
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