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Foto del escritorRuben -T- Conmigo

Ruta de 8 días por Euskadi y pirineo navarro



Hoy os traemos una ruta de ocho etapas por Navarra y Euskadi. Esta ruta está planificada tomando como punto de partida Bilbao. Por lo que, si no vas a alquilar tu camper allí o bien si ya tienes una, o, por el contrario, la alquilas desde tu domicilio, este punto inicial deberás de adaptarlo a tu punto de inicio de viaje.


Nosotros decidimos salir desde Bilbao, porque nos salía más a cuenta alquilar la furgo allí, que pagar un día más de alquiler para hacer únicamente autovía con el sobrecoste que eso conlleva de combustible y peajes, en comparación con tirar en coche hasta Sestao. Que es donde alquilamos.


Antes de que nos lo preguntéis, os vamos a responder a tres cuestiones:


1. ¿Por qué no quisimos alquilar desde Galicia?

El primer motivo es el ya comentado del sobrecosto, por otro lado, teníamos muy claro que el objetivo de este viaje era sobre todo, conocer el pirineo navarro. Por lo que queríamos invertir el menor tiempo posible en desplazamiento hasta allí.


2. ¿Por qué el alquilar en Sestao?

En primer lugar, porque fue de lo poco que encontramos con camper disponible en esas fechas (mediados de septiembre 2021) y por otro lado, porque de lo que encontramos fue lo más razonable calidad precio.

Además la furgo era nueva y aunque ya le habían dado un paseíto, podemos decir que prácticamente la íbamos estrenando. Eso de que fuese nueva, era algo que valoramos mucho. Después de la experiencia por Italia, el que tuviese los mínimos kilómetros posibles era algo que puntuaba en nuestro ranking


3. ¿Fue una colaboración?

No, no fue un viaje con colaboración. Pagamos los días de alquiler que tenían marcados por tarifa. Pero la verdad es que nos hemos sentido muy bien tratados por la gente de Chechu y los recomendaríamos a cualquiera que fuese por Bilbao de ruta. Por eso, tampoco nos hemos molestado en tapar en las fotos las pegatinas de la empresa que tenía la furgo. Lo que sale, sale.


  • Día 1 (Bilbao y gran Bilbao)

Nosotros en Bilbao apenas paramos. Solamente entramos en Bilbao cuando dejamos la furgo y antes de poner rumbo a casa para coger fuerzas con un pote-pintxo en San Mames. Como ya sabéis es tradición visitar siempre el estadio local (pueblo o ciudad) en el que paramos. Lo que sí que visitamos, fue la zona de Portugalete la tarde en la que llegamos. Ya que hicimos noche de hotel allí porque la furgo nos la daban a la mañana siguiente.

La verdad, que toda esa zona de Portugalete, Santurce, etc… nos sorprendió y nos gustó mucho. Paseamos por su casco viejo, bajamos a la ría, vimos funcionar el transbordador que cruza la ría hasta Getxo y que es el más antiguo del mundo.


Puedes cruzar de margen a margen de la ría por 0.50€ o si lo prefieres, puedes hacer una visita a la pasarela por 9€ sin autoguía. Si quieres la autoguía, deberás de sumarle un euro a mayores.


Si nunca has estado en Bilbao, las opciones de turismo son infinitas. Puedes empezar por el margen izquierdo de la ría y visitar el famoso Museo Guggenheim. Si no vas con el tiempo suficiente para poder visitarlo y dejarte asombrar por sus obras, o si no estás por la labor de pagar los 16 € de la entrada, no te vayas sin darte una vuelta por los alrededores, te espera más de una sorpresa. Por ejemplo, la escultura de una araña gigante conocida como «Mamá», o el «Puppy» una estructura enorme en forma de perro y cubierta por casi 40.000 flores!

Otra opción que no debes descartar es el visitar su casco viejo. Más concretamente las 7 calles; Somera, Artecalle, Tendería, Belosticalle, Carnicería, Barrencalle y Barrencalle Barrena. Se trata de una zona donde perderte y encontrar rincones únicos, como la casa natal de Unamuno, los Ultramarinos Martín, un lugar donde aprenderás mucho acerca del bacalao, la Fuente del Perro o una amplia variedad de iglesias y palacios. Entre estas iglesias destaca sin ninguna duda la Catedral de Santiago, nombrada así en honor al patrón de Bilbao: Santiago el Mayor. Se puede visitar con audioguía. Dicha audioguía es de pago excepto para los residentes y los peregrinos del Camino de Santiago. Así que si estas de paso en tu camino hacia Compostela, aquí tienes una opción de conocer una de las joyas del casco viejo bilbaíno de manera gratuita.


¡Si algo hace especial a Bilbao, es el pintxo! Por lo que te recomendamos que te pases por la Plaza Nueva. Una de las zonas donde potear más populares de la ciudad. En ella encontrarás míticos bares de pintxos, como el Gure Toki o el Café Bar Bilbao.


Si la catedral era visita obligada, no lo es menos Basílica de Nuestra Señora de Begoña. En su interior se encuentra la imagen de la Virgen de Begoña, patrona de Bizkaia y la ama (madre) de los bilbaínos.

Según se cuenta, esta basílica se construyó en el mismo lugar donde se apareció la virgen en el siglo XVI, y desde entonces se ha convertido en uno de los lugares de culto más apreciados por los habitantes de Bilbao.


Si de Madrid os recomendamos el Mercado de San Miguel, de Bilbao os recomendamos el Mercado de La Ribera. Un mercado lleno de puestos donde comprar productos frescos y otros donde picar algún que otro pintxo y txacolí.


Dejando ya el centro y su gastronomía os recomendaríamos visitar el Mirador de Artxanda. Donde dicen estar las mejores vistas de la ciudad. A este mirador puedes subir a pie en una ruta que sale desde el Puente de la Salve y tiene unos 2,4 km. Aunque si andar no es lo tuyo o si estamos un poco llenos de tanto pintxo y tanto pote, podemos hacerlo en el famoso funicular. Eso sí, toca pasar por caja con esta opción, 2,50€ solo ida o 4,30€ ida y vuelta.


Esto es lo que de ser vosotros me apuntaría para ver en Bilbao siempre que vayáis con tiempo. Como no fue nuestro caso, toca ir para el hotel que lo tenemos en Ortuella ¡¡porque mañana empieza la aventura camper!!


  • Día 2 (Sestao – Gernika - San Juan de Gaztelugatxe)


La mañana nos dio los buenos días con sol, por lo que las ganas de desayunar y marchar a por nuestro camper, iba en aumento. Esas ganas de devorar kilómetros, recorrer carreteras aumentaban por momentos.


Deciros que todo fue más sencillo gracias a la buena atención recibida por la gente de Uricar que en cuanto supieron la panzada de kilómetros que nos habíamos metido para poder alquilar allí, no nos pusieron ninguna pega en recoger la furgo antes de la hora pactada que tienen fijada. Detalle que nosotros les agradecemos enormemente. Ya que, gracias a ello, pudimos disfrutar prácticamente de una mañana extra de aventura camper.


Con las mochilas y demás bártulos ya cargados en la furgo, pusimos rumbo a Gernika. Dejamos atrás Bilbao, sus circunvalaciones, la autovía y nos adentramos de lleno en carreteras del interior de Euskadi y como si al cambiar de carretera, cambiásemos de escenario al llegar a Gernika ¡¡se rompió el cielo y empezó a llover a mares!!



Pero antes de conocer los puntos clave de este pueblo, debemos de conocer un poco su historia: El pasado marca para siempre el futuro y por desgracia, el pasado del pueblo de Gernika, lo ha convertido en uno de los rincones de Euskadi más conocidos en todo el mundo. Esto es consecuencia del bombardeo que sufrió a manos de las fuerzas aéreas alemanas e italianas durante la Guerra Civil española. Se trato de un ataque sobre la población civil llevado a cabo el 26 de abril de 1937. Ataque en el que se destruyeron más del 80% de los inmuebles de Gernika. Donde solo edificios como la Casa de Juntas sobrevivieron a aquel aciago día. Esto acontecimiento queda reflejado en el cuadro de Pablo Picasso, llamado como el pueblo, el Guernica. Donde recoge este hecho histórico.



Ahora sí, entramos en lo que nos puede ofrecer este pueblo, o en lo que nosotros decidimos ver. Puesto que en Gernika hay mucho más que nosotros no vimos; como por ejemplo el museo Euskal Herria.


Nada más adentrarnos en el pueblo, nuestra primera parada fue la plaza de los fueros. Donde se encuentra el ayuntamiento y el museo de la paz. Nosotros no entramos, pero cierto es que nos quedamos con ganas. Si tú, te decides a entrar, podrás ver recuerdos y momentos del bombardeo del 37.


Desde la plaza, subimos la escalinata que conduce a la Iglesia de Santa María. Un edificio religioso del siglo XV, que destaca por la combinación de elementos de estilo gótico con elementos de estilo renacentista. Una vez dejada atrás la iglesia, fuimos directos hacia uno de los elementos más visitados, la réplica de la obra de Piccaso, “el Guernica”. Lo encontrarás en plena calle, frente al ambulatorio. Se trata de un enorme mural de cerámica, que representa fielmente la obra original que se encuentra en el Museo Reina Sofía de Madrid. Como no podía ser de otra forma, de uno de los rincones más visitados de Gernika, al otro, Árbol de Gernika.

Árbol viejo

Junto al árbol, se encuentra la Casa de Juntas. Lugar donde el Lehendakari jura su cargo como líder del Gobierno Vasco. La casa de Juntas, fu construida entre los años 1826 y 1833 por el arquitecto Antonio Etxeberria y se puede visitar de forma gratuita.

El árbol de Gernika es un roble que simboliza las libertades y tradiciones del pueblo vasco. Actualmente, encontramos dos árboles, el árbol viejo, plantado en 1742, ubicado en un pórtico en el jardín de la Casa de Juntas, y el actual árbol de Gernika, plantado en 2015.

Árbol nuevo

No os podemos decir un motivo concreto, pero, así como el mural del Gernika, nos causó una cierta impresión, no podemos decir lo mismo del árbol. Pero bueno, ya sabemos que eso es algo de gustos y que cada uno los suyos.


Delante de la Casa de Juntas, decidimos que era la hora de buscar donde comer y probar un poco de la gastronomía local. Además, con el día de agua que hacía, la verdad, apetecía un poco de comida caliente para calentar el cuerpo. Para ello, nos dirigimos al centro del pueblo. A una plaza al otro lado de la de los fueros y que estaba plagada de bares y restaurantes.


Pero antes de sentarnos a comer, pasamos por la escultura homenaje a los gudaris.

Una escultura hecha en bronce y que homenajea y honra a los que lucharon aquellos días por la libertad del pueblo.


Ahora sí, ¡¡nos vamos a comer!! Nosotros nos decantamos por el Sasoie, donde degustamos unas lentejas con sacramentos de las que todavía nos acordamos en los fríos días de invierno.


Antes de abandonar Gernika definitivamente hicimos una parada técnica en el super para coger provisiones para nuestros días de ruta.


Recomendación: Si vas a Gernika en camper o en autocaravana y quieres aparcar fácil y sin problemas te recomiendo el Parking de Santa Ana. Además, es gratuito y te queda bien ubicado para pasear por el pueblo.


Con la nevera llena, arrancamos hacia San Juan de Gaztelugatxe, llegando a través de unas carreteras impresionantes que atravesaban Bermeo, Mundaka, etc… No siendo menos impresionante San Juan de Gaztelugatxe y su entorno.


Nosotros no pudimos visitar la ermita por necesitar reservar previamente. Tramite que puedes hacer on line y de manera gratuita. Esto es un motivo que tenemos para volver.



Para dormir, nos quedamos en el park 4 night de Horrigorri. Disfrutando de un ambiente furgonetero y unas vistas impresionantes. Eso sí, si quieres un sitio para pernoctar en este lugar, madruga. Porque nosotros que fuimos en septiembre, llegando sobre las 7, no podemos decir que sobrase mucho sitio y en cuestión de una hora, ya estaba completo. Por lo que si vais en fechas más turísticas os tocará madrugar.





  • Día 3 (San Juan de Gaztelugatxe – Urdiain)

Nuestro tercer día en ruta fue un día perdido. Puesto que tuvimos que deshacer lo andado para regresar a Portugalete a solventar un trámite administrativo. Por lo que por la mañana nos la pasamos en la carretera y un poco paseando por Portugalete. En donde aprovechamos para comprar algo de lotería para navidad.


Como ya comentábamos anteriormente, Portugalete, fue un lugar que nos sorprendió mucho y como os decíamos, además del puente colgante o puente de Bizkaia, os recomendamos daros un paseo por su casco viejo. Un casco histórico medieval lleno de calles empedradas y de gran desnivel. Pasando por la Basílica de Santa María. En su interior nos encontramos con capillas de algunas de las familias más importantes de Portugalete como Salazar, Ugarte o Coscojales. En su exterior, encontrarás el mirador del campo de la iglesia. Desde donde tendréis la oportunidad de disfrutar de una impresionante vista de la ría y el Puente Bizkaia. Desde aquí, podréis bajar hacía el paseo para visitar el puente. Pero antes os recomendamos parar en la canilla, que es la actual oficina de turismo de Portugalete. Pero que en el pasado fue una estación de ferrocarril. Se trata de un edificio construido en 1888.


Esto fue lo que nosotros hemos visto y lo que te podemos recomendar de primera mano. Pero esta villa te ofrece otros sitios que nos han quedado pendientes como la torre de Salazar o el parque Azeta. Por lo que tendremos que volver para completar nuestra guía.


Resuelto nuestro trámite con la administración, necesitábamos de un lugar tranquilo donde comer y acabar de resolver nuestro problema conectados tranquilamente. Por lo que decidimos meternos en el aparcamiento del Carrefour. Donde aprovechamos para comprar, cocinar y trabajar un rato con el pc.


Recomendación: Si vas a Portugalete en camper o autocaravana, te recomendamos aparcar en la calle Grumete Diego. Puedes aparcar en toda la zona sin problema. Tanto en batería, como en fila. Es una zona tranquila, enfrente de un amplio parque para estirar las piernas o pasear a vuestra mascota si no viajáis solos. Hay un colegio, por lo que, durante el año, tanto a la hora de entrada o salida de los niños, sí que puedes sentir un poco de caos de coches. Lo normal en todas las ciudades a esas horas. Por el resto, lugar perfecto.


Una vez con todo solucionado, pusimos por fin rumbo a tierras navarras y elegimos como lugar de pernocta para nuestra primera noche el municipio de Urdain. En un park for night a las afueras del pueblo rodeados de robles centenarios y junto a una pequeña capilla.

Es un lugar con una zona de aparcamiento no muy grande, pero sí que con hueco para varias camper. Más o menos entrarán unas cinco campers. Además, dispone de mesas y papeleras. Se trata de un lugar tranquilo, donde la cobertura no será la mejor del mundo, por lo que la experiencia será más relajante si cabe. Eso sí, por la mañana puede que os despierten los muchos vecinos que acuden desde primera hora a hacer senderismo por la zona o andar en bici.


La verdad que pasamos una de las noches más tranquilas y relajadas de todo el viaje. Durmiéndonos con el caer del agua de los árboles sobre el techo.


  • Día 4 ( Urdain – Otxagabia – Aurizberri)


Después de dormir a pierna suelta y bajo un diluvio universal, ¡Vaya manera de romperse el cielo! Pusimos rumbo a Otxagabia.


Los kilómetros recorridos hasta llegar aquí fueron un auténtico placer. Carretera de montaña con asfalto inmejorable y vistas de las que te dejan sin palabras.


Una vez que llegas a Otxagabia, buenas noticias para los que vayáis en camper o autocaravana. ¡El pueblo dispone de un parking destinado para nosotros! Se trata de un aparcamiento de tierra bastante amplio en donde no tendrás problemas a la hora de maniobrar. Así como el placer de comer o dormir viendo las impresionantes montañas que nos rodean. Una lástima que no dispongan de un lugar donde vaciar y llenar aguas. Eso lo haría un parking de 10.


Hemos de deciros que suele ser un parking bastante solicitado. Ya que es usado como campamento base para los que van a descubrir la selva de Irati o el valle Salazar. Por lo que suele estar muy saturado los fines de semana, los puentes y los festivos.


Después de comer unas deliciosas lentejas camper acompañadas de un delicioso pan de la panadería del pueblo, pusimos rumbo a las casas de Irati. Pero con eso de preparar la comida, disfrutar del aperitivo, etc. se nos hizo un poco tarde y el camino se nos cubrió de niebla. Por lo que tomamos la sabia decisión de girar las agujas de la brújula y dirigirnos a Roncesvalles.

Este giro de guion nos llevó a atravesar durante cerca de una hora, una increíble carretera de montaña. Pero todo lo que me emociono de la carretera que nos llevó a Roncesvalles, me lo decepciono el pueblo.

Me explico: para un enamorado del camino de Santiago como yo, y dejando de lado Compostela, conocer Roncesvalles, era poco más que visitar la meca. Ya que, desde allí, podemos decir que nace todo lo que da origen al camino en España. Por lo que, en mi mente, Roncesvalles era una especie de lugar mágico y cuando aparcamos la camper y lo vi, pues no se muy bien como decíroslo, es como si se me hubiese caído un mito.


Me esperaba encontrar algo más aparte de la iglesia y el albergue y, sobre todo, más referencias al camino y su inicio. Pero bueno deciros que, si vais, podréis ver el monumento conmemorativo de la Batalla de Roncesvalles. Batalla sucedida en el año 778.

La batalla de Roncesvalles se produjo cuando Carlomagno cruzó los Pirineos por este lugar con la intención de atacar Zaragoza, que en ese momento era musulmana. Dicho ataque no prosperó y las tropas de Carlomagno tuvieron que volver hacía Francia.

En ese viaje de regreso, el ejército de Carlomagno sufrió una emboscada por parte de los vascones. Dicha emboscada es lo que se conoce como Batalla de Roncesvalles.


Además de este monumento bélico, también debes de visitar la colegiata. Este templo está considerado como el mejor ejemplo del gótico navarro y catalogado como Bien de Interés Cultural. Fue levantada a principios del siglo XIII, por orden del rey Sancho VII, El Fuerte, llamado así por su gran altura (2,20 metros), quien quiso ser enterrado allí.


La fachada de la iglesia es bastante sencilla destacando las arquivoltas de la puerta. Se trata de una planta de tres naves separadas por columnas adornadas en su parte superior. En el altar hay una talla de la Virgen María del siglo XIV.

Si vas a empezar tu camino a Santiago en Roncesvalles, o si bien ya estás en ruta, que sepas que todas las tardes a las 20h se realiza una misa del peregrino en la que se da una bendición a los caminantes.

Además la Colegiata cuenta con una cripta donde está enterrado el rey Sancho VII. Decir que parte de su sepulcro es original. Aunque la mayor parte, se realizó en 1912. Cuando se arregla la capilla con motivo del aniversario de la batalla de las Navas de Tolosa.


Otro lugar que visitar es la iglesia de Santiago. Cuya campana, según cuenta la tradición, orienta a los peregrinos.



En Roncesvalles, hay un perfecto aparcamiento en el que pernoctar. Que es donde teníamos penado pasar la noche. Pero como invertimos menos tiempo del previsto en este lugar y necesitábamos sin falta un enchufe para el portátil para poder realizar una gestión bastante urgente, decidimos bajarnos hasta el camping Urrobi en Aurizberri.


Un camping de 10. Bien atendido, cómodo de acceder, con duchas y vestuarios limpios, donde vaciar y llenar aguas y lo más importante, muy bien de precio.



Con los tramites realizados a tiempo, duchados e instalados, toco la hora de sacar una buena estrella de la nevera y poner el punto final a esta cuarta etapa.


  • Día 5 ( Aurizberri – Otxagabia)


Después de dormir como marmotas en Urrobi tocaba el turno de ponerse en marcha. Lo primero de todo era el turno del vaciado y llenado de aguas. Una vez con los deberes hechos, pusimos rumbo hacia la fabrica de armas. Haciendo una parada en el cementerio de Burguete.


Este cementerio fue declarado en el año 2014 como el mejor cementerio de España por la revista "Adiós cultural".


Estamos ante un cementerio construido en el año 1964 y que nada más acercarte a sus inmediaciones llamará tu atención una gran letra A que da forma a la entrada del camposanto. Esta curiosidad es por el Alfa, lo cual, representa el comienzo de una nueva vida tras la resurrección de la muerte.

Otra curiosidad constructiva de este cementerio es que están prohibidos los panteones. Enterrando a todos directamente en el suelo. Esto es para provocar la igualdad de todos ante la muerte.

También llamará tu atención, la mezcla de estas novedosas decisiones de diseño con lo clásico, lo antiguo, lo típico. Lo que queda reflejado en las estelas que acompañan cada tumba. Donde podremos observar estelas con motivos de origen celtas tradicionales del Euskadi y Navarra.


Una vez visitado este sorprendente cementerio cogimos camino hacia la fábrica de armas de Orbaizeta.


La carretera de acceso fue fácil y llena de curvas. Carretera que te deja en un amplio parking, donde salvo que vayas en plena época turística o festivos, no deberías de tener mayor problema para estacionar tu camper.


Esta fábrica se levantó en el siglo XVIII sobre la antigua ferrería del monte Aezkoa y su misión era abastecer de armas y munición al ejército.

Tuvo una corta existencia, apenas un siglo. Esto fue debido a que su proximidad con la frontera francesa la convirtieron en objeto de constantes saqueos e incendios, aunque siempre consiguió resurgir de sus cenizas una y otra vez hasta que en el siglo XIX fue suprimida de manera definitiva.


A pesar de haber sido abandonada durante años, en la actualidad está declarada un bien de interés cultural y se encuentra en proceso de rehabilitación.

Si la fábrica es digna de admiración y de perder una mañana en visitarla, no menos sorprendente es el poblado. Donde te llamará la atención su antigua iglesia, reconvertida en gallinero. Por cierto, no abandones el poblado sin comprarte un buen queso navarro. ¡Sí, nosotros lo hicimos!


Una vez visitada la fábrica y el poblado, pusimos rumbo a nuestra siguiente parada, la Ermita de Nuestra Señora de Muskilda. Otro lugar espectacular y con unas vistas impresionantes.

La ermita, está a cinco kilómetros de Ochagavía. Se trata de un templo, construido en el siglo XII en la cima del monte Muskilda a 1.025 metros de altura.



Esta ermita se levanta sobre la siguiente leyenda:

Según la leyenda, esta ermita se levantó en el lugar donde un pastor del pueblo, guiado por uno de sus animales, encontró la imagen de la Virgen.

Cuenta la historia, que un día el pastor descubrió a un toro escarbando la tierra junto a un roble. Al acercarse, comprobó que había una imagen de la Virgen. Después de recogerla, la abandonó en medio del campo porque se había dispersado su ganado.

A su regreso, la imagen de la virgen había desaparecido. El toro se volvió a escapar y nuevamente, volvió a encontrar a la virgen junto al roble. Fue en ese instante cuando pasó un caminante que lo vio y sospechó que el pastor había robado la imagen y lo llevó junto a la virgen a Ochagavía.

A la mañana siguiente ambos habían desaparecido. Ante tantas evidencias, en el lugar en el que fue hallada la imagen se levantó la basílica que cobija a Nuestra Señora de Muskilda, patrona del valle de Salazar.


Una vez realizada nuestra visita al templo y sus aledaños y habiendo disfrutado de un concierto de guitarra a cargo de un inglés en su interior, había llegado la hora de poner rumbo al parking de autocaravanas de Otxagabia y empezar a planificar nuestra siguiente jornada.


  • Día 6 (Otxagabia – Elgorriaga)


Hoy tocó levantarse temprano y poner un buen café al fuego para empezar el día. Antes de abandonar Otxagabia tocaba visitar la txantxigorri y coger un buen pan para la comida y unas palmeritas caseras para el postre. Hay que ir preparados para recuperar energías.


Descansados, desayunados y aprovisionados de alimentos, decidimos poner rumbo a las casas de Irati. Para ello, recorrimos 27 kilómetros por una preciosa y estrecha carretera de montaña que termina en un amplio parking de pago. El precio es de 6 € / día.


En este lugar, puedes hacer infinidad de rutas. Nosotros nos decidimos por empezar subiendo a la ermita y a las casas. Para acabar bajando hacía la cascada del cubo por la pista forestal GR-T9 que sale del parking de unos 3 kilómetros, dejando el río a nuestra mano derecha. Es un camino cómodo, ancho y sin dificultad. Se trata de una cascada pequeña, pero que merece mucho la pena visitar.


Nuestra siguiente ruta parecía fácil y asequible, como así es para la mayoría de los que deciden acercarse al embalse. Pero a pocos metros de empezar a caminar, se no ocurrió la idea de salirnos de la ruta habitual, la I5TT que usa todo el mundo. Esta senda, es un camino ancho usado por los ciclistas, pero sin mayor atractivo. Por lo que nos salimos por el sendero SL NA-63ª que transcurre a través del bosque de Zabaleta. Se trata de un camino de unos 8 kilómetros con una ascensión bastante pronunciada, sobre todo en su parte inicial. Es una ruta preciosa desde la que podréis disfrutar de unas vistas inolvidables, rodeados de caballos salvajes, a través de un frondoso e impresionante bosque. Como único defecto he de decir que salvo en su inicio, el resto carecía de señalización. La verdad que ha sido una de las rutas que más nos ha impresionado. Yo la pondría en mi top 3 de rutas por lo impresionante del lugar.


¡Ojo! Si el día está húmedo, es bastante resbaladizo hasta con calzado de montaña. Hay mucha roca tapada por la vegetación que hace que el pie se vaya con facilidad. Así que vais con alguna persona mayor, niños o con algún problema de movilidad, tened cuidado.



La ruta nos llevo hasta el embalse y como se nos hacía tarde, era un día lluvioso y el hambre empezaba hacer acto de presencia, decidimos volver al parking por la senda habitual.


Esta decisión de salirnos de la ruta marcada nos hizo estar caminando cinco horas. Salimos de la camper a las 11 y cuando regresamos ¡Eran las 4!


Eso sí, nos dimos un buen homenaje de pan de Otxagabia y queso de oveja navarra que recuperaba a cualquiera.


Para dormir, elegimos Elgorriaga. Por lo que teniendo en cuenta la hora que era, decidimos ir directos sin hacer paradas.


En Elgorriaga, dormimos en un magnifico parking para autocaravanas realizado por los propios vecinos.

Un lugar tranquilo, cómodo, bien acondicionado, a escasos metros del centro del pueblo y con la única compañía de las ovejas. Ojalá, muchos ayuntamientos tomasen ejemplo de Elgorriaga y sus vecinos.


  • Día 7 ( Elgorriaga – Hondarribia)

Nada más despertarnos en Elgorriaga, decidimos recorrer sus calles en busca de una panadería local o donde tomar un buen desayuno para coger fuerzas y como muestra de agradecimiento por el bien hacer de estos vecinos hacia los furgoneteros. Después de cargar pilas y en vistas de que en Elizondo los que viajamos con la casa a cuestas no somos bien recibidos, pusimos rumbo a Zugarramundi. Lugar al que le teníamos muchas pero que muchas ganas.


Decirte que nosotros fuimos a mediados de septiembre y entre semana. Por lo que no tuvimos ningún inconveniente a la hora de aparcar nuestra camper. Pero por lo que se oye por allí, si tienes pensado hacer tu visita en verano, fin de semana, puente o similar, más te vale madrugar. Por creo que es más fácil que encuentres un tesoro que una plaza de aparcamiento.


Zugarramundi es un pueblo fronterizo con Francia, encuadrado dentro del valle del Baztan y conocido por la historia de las brujas de Zugarramundi.


Te estarás preguntando que es esa historia de las brujas. Pues bien, durante la Inquisición española, se procesó a cuarenta vecinos, en su mayoría mujeres, de ser brujos de Zugarramurdi y condenaron a una docena de ellos a morir quemados en la hoguera. Señalar, que dichas ejecuciones se basaban en testimonios de vecinos argumentados en supersticiones y envidias, que cuando menos, eran poco o nada fiables.


Si este pueblo tenía sus brujas, es de suponer que estas se reunirían en algún lugar en el que planificar sus hazañas. ¿No? Pues así es y este lugar de reunión es la conocida como cuevas de las brujas o del akelarre. Ni que decir que este es el lugar más visitado del pueblo. Por lo que nosotros no íbamos a ser los únicos que no entrásemos.


La cueva, cierra de una tres. Por lo que habiendo llegado pasadas las doce del mediodía y por consejo de la persona de taquilla, decidimos pasar lo que quedaba de mañana visitando el pueblo y aprovechando para comer, posponiendo nuestra visita para la tarde.


Como en toda Navarra se come de diez y este pueblo no iba a ser una excepción, decidimos darnos un homenaje e ir a comer a un restaurante llamado Etxabe un espectacular cordero asado. Ahora sí, una vez llenado el estómago, tocaba bajar las escaleras que nos conducirían hasta las brujas.


La cueva es un sitio alucinante, con diferentes perforaciones a distintas alturas, con un túnel natural de 120 metros de largo y en donde la luz juega un papel fundamental. Es algo difícil de describir con palabras. Es un lugar en el que dejar volar un poco la imaginación y que lo místico y fascinante del lugar se entremezcle con la realidad. Si te gusta eso de salir con la cámara y tirar unas fotos, reserva un buen rato para la visita porque vas a tener mucho a lo que disparar.


Como detalle curioso sobre este lugar, sobre todo si estas planificando tu visita a finales de junio, que sepas que, con la llegada del solsticio de verano, en su interior se celebra una comida popular en donde el protagonista es el cordero asado en estaca y donde los asistentes acuden disfrazados con atuendos de época rememorando las vestimentas de las brujas. Siendo a la noche el momento cumbre del acto en donde, las brujas bailan al son de la txalaparta hasta que aparecen los zanpantzar haciendo sonar sus cencerros con el fin de ahuyentarlas.


Eso sí, decirte que es de pago, 5.50€ por persona y 3.50 € los niños. Puede que lo consideres caro. Pero creemos que no te arrepentirás.


Una vez embrujados por Zugarramundi, sus historias y leyendas, pusimos rumbo hacia la localidad francesa de Ainhoa.

Un pequeño pueblo compuesto por poco más que una calle, pero muy qué muy bonito. Lo más llamativo son sus coloristas casas. Pero a nosotros, nos llamo mucho la atención su céntrico cementerio. Muy curioso y digno de darle un paseo y ver las curiosidades que lo adonan y conforman.


Se acercaba la noche y tocaba buscar donde cenar y dormir. Para esta noche decidimos volver hacia Euskadi, más concretamente a Hondarribia.


Elegimos un park4night que se encuentra en un alto junto a la virgen de Guadalupe. Se trata de un aparcamiento de tierra muy amplio, frecuentado por senderistas y bicicletas de montaña, acompañados por caballos y vacas que pastan por los alrededores. Desde este parking, parten múltiples rutas. Por lo que si te levantas con ganas o todavía tienes energía antes de ir a la cama, podrás salir a caminar o darle a los pedales.

Cementerio de Ainhoa

  • Día 8 (Hondarribia – Zamudio)


Nos despertamos en el monte Jaizkibel a 545 metros de altura y a los pies del santuario de Guadalupe, patrona de Hondarribia. Por lo que después de un buen café para acabar de despejarnos, tocaba visita a la ermita. Bueno esa era nuestra intención, porque al llegar nos encontramos con la verja cerrada y tuvimos que conformarnos con una espectacular panorámica de toda la bahía.

Si el día está despajado, podrás ver no sólo Hondarribia. Sino que también podrás divisar Irún, Hendaya y Pirineos.


Una vez despejados y después de conocer los alrededores de nuestro park four night, decidimos bajar a visitar Hondarribia. Para aparcar, escogimos el frontón. Justo al lado, hay un parking de autocaravanas. Pero por lo que vimos, suele estar siempre ocupados por campers y autocaravanas de vecinos del pueblo. Además, otra de las ventajas del frotón, es que a escasos 100 metros, teníamos un supermercado donde cargar provisiones.



Hondarribia, es una pequeña, pero muy bonita ciudad. Que destaca por su casco viejo y por sus pintxos. Se trata de una ciudad con historia y tradición gastronómica. En donde sus terrazas a la hora del vermú o del atardecer, son un hervidero de gente.


De su casco viejo destaca la puerta de Santa María, una de las dos entradas que tenía la ciudad en el pasado. Antiguamente, esta puerta estaba compuesta por un puente levadizo y una capilla. Actualmente, sólo queda el arco que da acceso al interior de la villa y donde destaca el escudo de la ciudad.


Otro de los puntos de interés de su casco histórico, es el castillo de Carlos V. Un castillo de seis plantas con lugar para el descanso de las tropas, zona para almacenes, polvorín y calabozos. Desde 1968 es Parador de Turismo. También es de obligada parada la casa solariega de los Eguiluz. Casa que albergó a Juana la Loca y Felipe el Hermoso durante tres días en 1502, durante su viaje desde Bruselas a Toleda para ser proclamados herederos. Tampoco puedes despedirte de Hondarribia, sin echar un vistazo a sus murallas, símbolo de su pasado bélico.



Después de nuestra fantástica mañana por las orillas de la desembocadura del Bidasoa, tocaba otra misión, que aunque en principio no debería de haber sido muy complicada, se convirtió en una odisea, debido a estar todos los campings cerrados desde hacía tres días y no dar con ninguna zona habilitada para el vaciado y llenada de aguas. Por lo que después de varios intentos y teniendo en cuenta que al día siguiente por la mañana teníamos que devolver la camper, acabamos llegando a Zamudio y su área de autocaravanas. Un lugar perfecto para pernoctar y donde poder vaciar y llenar, tirar la basura, etc.. y a un paso del centro de pueblo. Eso sí, solo está permitida la pernocta durante un máximo de tres días.


La verdad es que a Zamudio llegamos bastante cansados y ya se estaba haciendo de noche. Por lo que decidimos tomar nuestra última estrella del viaje en este park four nigth, disfrutando de nuestras últimas horas en la camper. Por lo que desde este lugar ponemos fin a este road trip, enamorados de Euskadi, de Navarra, de los Pirineos, de toda la gente que da vida a estos lugares, de su gastronomía y sobre todo de la vida camper.

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