Hoy vamos a descubrir este pequeño rincón de Galicia, y como pasó de tierra de labranza, a ser uno de los destinos turísticos más demandado de las Rías Baixas
Parte 1
La isla
La isla de la Toja, o Illa da Toxa, es una isla, que se encuentra en la comunidad gallega, enmarcada dentro de las denominadas “Rias Baixas”, más concretamente, está ubicada a la altura de la localidad pontevedresa de El Grove (OGrove),a la que se encuentra unida, por un puente decimonónico, y posee una superficie de 110 hectáreas.
Lo que conocemos a día de hoy, es lo que se denominaba antiguamente como “La toja grande” ,o como realmente era conocida por los vecinos de O Grove, “Illa de Couxo”.
Se la conocía como “Toja Grande”, para diferenciarla, de una isla más pequeñita, que está alejada, por escasos cien metros, y que es bautizada, como “Toja pequeña”
Fue a raíz del boom de su balneario, lo que llevo a denominar a “La toja grande” como “Isla de la Toja”
Su balneario
Hasta casi finales del siglo XIX, no se descubren las aguas termales y medicinales, y la isla era usada como lugar de pastoreo y de uso agrícola. Fue con el descubrimiento, de forma casual y fortuita, de sus aguas termales, las que cambiarían para siempre la forma de explotar la isla.
Se dice, que fue un burro enfermo, el primero en probar los beneficios de sus aguas y lodos, y el descubridor de los beneficios del lugar.
La isla, por aquel entonces, pertenecía al Marqués de Riestra, el cual, desde el descubrimiento del poder de sus aguas, se propuso, levantar un balneario. Dicho balneario, vería la luz en 1899, y ocho años más tarde, en 1907, podría empezar a operar como hospedaje, dando lugar, al nacimiento, del “Gran Hotel de La Toja”. El cual , sigue en pleno funcionamiento hasta nuestros días.
El balneario, solo vio interrumpida su actividad, en tiempo de guerra, donde pasó a funcionar como hospital.
Parte 2
La fábrica de jabones
El Marqués, quería extender los beneficios de sus aguas, y para ello, en 1903, fundó la fábrica de La Toja.
La cual, operaba al lado del balneario, donde se encuentra en la actualidad, la tienda de souvenirs.
En 1936, y siendo propiedad del “Conde de Fenosa”, la factoría de jabón, abandona la isla, y es trasladada a La Coruña. Posteriormente, y tras ser necesaria una ampliación de las instalaciones, dicho aumento, volvió a devolver de nuevo a la isla, parte de su fábrica.
La conocida fábrica de jabones “La Toja”, sigue a pleno rendimiento a día de hoy, pero ya no produce en la isla, ni es gallega, ni está en España, actualmente, produce en Alemania, y pertenece al grupo Schwekopf & Henkel.
Lo que si sigue saliendo de tierras gallegas, de aguas de la isla, son los sales que usan en tierras germanas para su fabricación.
La iglesia de las conchas
La primera iglesia de la isla, data del siglo XII, la cual fue modificada, agrandada, y recubierta por completo de conchas de vieira, dándole el aspecto actual, en el siglo XIX.
El nombre de la iglesia, es el de “Ermita de San Caralampio y San Sebastian”, aunque como realmente es conocida es por “Ermita de las conchas”
En sus inicios, la ermita, estaba dedicada a “San Sebastian”, pero en la actualidad, es la “Virgen del Carmen” la que la preside. En su interior, también se rinde tributo a “San Caralampio”, patrón de las enfermedades de la piel
Mi opinión
Mi forma de viajar, y de vivir el turismo, por así decirlo, dista mucho de lo que se ofrece, en la oferta de la isla, en sus resorts, balneario, casino, etc.. Pero, si estás por la zona, si te encuentras en las “Rias Baixas”, o estás planeando Galicia, como tu próximo destino, no dudes en reservar un par de horas para conocer la isla. Su enclave, y su peculiar ermita, te van a sorprender.
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